martes, 10 de abril de 2012

Pensamiento del Día, 10-4-2012


«El caos asoma en el comportamiento del tiempo atmosférico, en el de un aeroplano durante el vuelo, en el de los automóviles que se arraciman en una autopista, en el del petróleo que se desliza por los oleoductos subterráneos. Sea cual fuere el medio, el comportamiento obedece a las mismas leyes, recién descubiertas ... El caos salva las fronteras de las disciplinas científicas. Por ser la ciencia de la naturaleza global de los sistemas, ha reunido a pensadores de campos muy separados... Quienes reconocieron el caos desde el principio se debatieron en la agonía de cómo dar forma publicable a sus pensamientos y hallazgos.»
 
 (James GLEICK; Nueva York, 1 de agosto de 1954. “Prólogo” de Caos: La creación de una ciencia, 1987.)
Vivimos la ilusión del orden, pero, en el fondo, intuimos la prevalencia del caos, aunque éste aún siga ciertas leyes más o menos universales, capaces de unificar el comportamiento de sistemas muy variopintos bajo una lógica difusa. Nos gusta pensar en binario y, sin embargo, sabemos que las cosas funcionan modalmente, que muy pocos fenómenos son cosa de un todo o nada, que nuestros paisajes nunca son en blanco y negro, que pasamos incluso de las escalas de gris a un violento hipercromatismo.
El caos es no sólo más real, sino más divertido y revolucionario...
Todos sabemos, en definitiva, qué son quienes se dicen gentes de orden.
Nacho Fernández del Castro, 10 de Abril de 2012

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