lunes, 2 de abril de 2012

Pensamiento del Día, 2-4-2012


«Con lo sabido en tiendas y talleres; con lo oído en una taberna cercana, donde muchas memorias se refrescaban al calor del aguardiente; con lo narrado por personas de las más diversas condiciones y estados, empezó una historia a constituirse a retazos, con muchas lagunas y párrafos truncos, a la manera de una crónica antigua que parcialmente renaciera de un ensamblaje de fragmentos diversos...»
 (Alejo CARPENTIER Y VALMONT; Lausanne, Suiza, 26 de diciembre de 1904 – 
París, Francia, 24 de abril de 1980. El Siglo de las Luces, 1962.)
La memoria popular que llena tiendas y talleres, fábricas y tabernas, plazas públicas y hogares, siempre nos ofrecerá retazos de verdad con los que reconstruir la historia, todas las historias... Como pequeñas luces sobre los hechos aislados vividos por cada cual que se van encendiendo con los intervalos oportunos, estimulan nuestra persistencia de la voluntad de narrar el mundo que, como la retiniana que posibilita la percepción de movimiento por el fenómeno phi, nos permite interpretar el devenir histórico a partir de fragmentos reconocibles.
Y no es mala cosa, frente a la historia oficial y los discursos del poder, hacer este ejercicio... Recoger y reconocer lo vivido por otros en sus propias voces diseminadas por los espacios públicos y privados, es ya un principio de lectura alternativa de la realidad, de rebeldía con fundamento, de insumisión lúcida.
Aunque quienes recortan todo tipo de derechos y recursos básicos a quienes menos tienen mientras legitimen la delincuencia de los poderosos con amnistías fiscales e indultos ad hoc, nos califiquen de antisistemas. ¡Todo un honor!.
Nacho Fernández del Castro, 2 de Abril de 2012

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