viernes, 27 de abril de 2012

Pensamiento del Día, 27-4-2012


«Una brisa de tierra húmeda viene a ramalazos desde el este, donde nubarrones oscuros son sajados por el filo del horizonte. Nubarrones de lluvia, nubarrones de esperanza y miedo que asedian siempre a esta Villa; vecina por igual de la brisa húmeda procedente de la costa; de los barcos sin luces ni bandera que atracan sigilosos para intercambiar aperos ingleses y lienzos flamencos, por salazones y tabaco de la tierra, comercio tan prohibido como fructífero, y de los otros barcos: los de bandera negra y negras intenciones que zarpan desde la vecina Isla de la Tortugas.»
 (Luís Manuel GARCÍA MÉNDEZ; La Habana, Cuba, 1954. El restaurador de almas, 2002.)
Vivimos tiempos llenos de nubes tan cargadas de miedo tormentoso como ansiosas por depositar en la brisa alguna mínima esperanza de primavera... Los mercaderes turbios y los piratas sombríos acechan por doquier (en cada esquina ocupada por un banco, en cada avenida sembrada de acristalados edificios donde se realizan negocios opacos) y hacen de lo público, de lo que es de todos, su botín predilecto. Por eso son hoy, aquí y ahora, precisos nuevos símbolos que nos unan en la solidaria defensa de lo que es común, que nos permitan comunicar mejor esa necesidad, esa urgencia, en medio de tanta sumisión aprendida... Que proyecten el mensaje de la razón resistente más allá de cualquier frontera geográfica, generacional o mediática...
De ahí el éxito de Superpública como signo de la defensa unitaria de lo público, de lo ajeno a la voluntad de negocio, de lo que prima el beneficio social sobre el monetario: no es nada sin todos y ha demostrado un único y enorme poder: el de convocatoria.
Nacho Fernández del Castro, 27 de Abril de 2012

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