jueves, 26 de abril de 2012

Pensamiento del Día, 26-4-2012


«Fue decepcionante encontrarme con Izar Bajo a mis pies. Era como despertar de un bello sueño con dolor de muelas, porque el lugar era triste, deprimente, como si jamás hubiera sentido sobre él la caricia del sol.»
(Lucía BAQUEDANO AZCONA; Pamplona, Navarra, 18 de diciembre de 1938. El pueblo sombrío, 2002.)
Los lugares de la memoria siempre son engañosos (especialmente, cuando la memoria es de la infancia)... Al final, siempre resultan más pequeños, menos luminosos, menos abiertos, más tristes.
No es ello razón, en cualquier caso, para que dejen de ser entrañables, para que dejemos de sentirlos como propios... Al igual que las experiencias duras forjan nuestro carácter, los rincones sombríos, por mucho que frustren nuestro recuerdo, forman parte indisoluble de nuestra esencia, de nuestra forma de enfrentarnos al mundo.
Comprobar que lo que creíamos excelso es mediocre, que lo que recordábamos maravilloso es vulgar, que lo que teníamos por cálido es casi gélido, nos hace valorar el presente y luchar por el futuro. Es, en suma, una clave para la resistencia a la tentación del “todo tiempo pasado fue mejor”: una verdadera invitación al decidido afán de lucha desde la voluntad de que en cada instante empiece todo porque, pese a tantas trabas y oprobios actuales, mañana todo es posible.
Nacho Fernández del Castro, 26 de Abril de 2012

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