domingo, 27 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 27-5-2012


«-Hay un momento —continuó el padre Eugenio— en el que el hombre tiene que elegir entre la verdad y la mentira. Lo cómodo, lo tranquilo, es siempre la mentira, porque la verdad es sólo una y las mentiras son muchas y puede escogerse la que más acomode.»
 
 (Gonzalo TORRENTE BALLESTER; Serantes, Ferrol, 13 de junio de 1910 – Salamanca, 27 de enero de 1999. Los gozos y las sombras III: La Pascua triste, 1962.)
La modernidad nace y crece desde los conceptos de duda y certeza... en realidad, es, básicamente, la confianza ilimitada en la capacidad y voluntad humanas de desarrollar su conocimiento para buscar y encontrar verdades.
De todos modos, las “verdades” encontradas por la razón ilustrada (aparte de diversas y frecuentemente en conflicto) pronto comenzaron a resultar sospechosas por una ufana y altanera pretensión unitaria y mololítica que siempre parecía legitimar algún desafuero, “naturalizar” alguna diferencia. apuntalar alguna exclusión... Y sobre esa sospecha fueron desarrollándose perspectivas de verdades posibles, más modestas y plurales, en un camino que consistía más en dilucidar lo que es indudablemente falso, mentira, que en sostener la esperanza de alcanzar verdades últimas e indubitables.
La radical crítica postmoderna de los excesos dogmáticos de la razón ilustrada, planteada en último extremo (como lo sintetiza Comte) como una alternativa a las religiones tradicionales en un credo positivista, tiene el valor de vacunarnos contra toda pretensión de verdad única... Pero, acaso, nos deja inermes ante las mentiras convenientes sostenidas por quienes tienen el poder y la fuerza.
Nacho Fernández del Castro, 27 de Mayo de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario