(Ángeles CASO; Gijón, Asturias,
16 de julio de 1959. El mundo visto desde el cielo, 1997.)
Algunas noticias transcendentales para nuestra vida llegan a nuestros oídos
envueltas en el desdén de lo
insignificante... Y casi siempre demasiado
pronto o demasiado tarde. (En realidad, el problema clásico del Kayrós, del punto vital, del momento
oportuno, como cuestión de concepto
(no como sensación o sentimiento) sólo ocupaba y preocupaba a
Clemente de Alejandría y sus secuaces (como algún exclérigo aficionado a reformular
la Metafísica como Teodicea).
Y
es que todos sentimos o tenemos la sensación de haber dejado pasar “nuestro momento” varias veces en la
vida o de que, cansados de esperarlo, cuando llega carece de verdadero interés...
Pero de ahí a hacer una “teoría desencial
de la vida humana a partir de sus puntos vitales” hay unos cuantos saltos
(sin red racional).
Y
es que, en cuanto uno comienza a ver el
mundo con ese sentido común que
todos dicen que es el menos común de los sentidos, se da cuenta que el camino
de la vida no es recto, plano ni sencillo, que está lleno de vueltas y
revueltas, de subidas abruptas y bajadas de vértigo, de esquina y esquirlas, de
espejismos falaces y atajos que son rodeos (o viceversa)... Y, entonces, uno comienza a preocuparse más de
dónde pisa que del albur de los momentos
propicios.
Nacho Fernández del Castro, 29 de Mayo de 2012
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