«Tú
crees que sacas a tu perro para que mee, a mediodía y por la noche. Grave
error: son los perros quienes nos invitan a meditar dos veces al día.»
(Daniel Pennacchioni, conocido
literariamente como Daniel PENNAC;
Casablanca, Marruecos, 1 de diciembre
de 1944. La fée carabine -El hada carabina-, 1987.)
Mi perro me ayuda todos los días a elaborar estos pensamientos... Mientras
repasa, con afán y sin desmayo, su particular mapa de olores dos veces diarias, yo, con el olfato mucho más
atrofiado y un interés más bien escaso por los meados de otros cánidos, no
tengo casi otra alternativa que ponerme a
pensar.
Y,
ya digo, con la pituitaria poco fina y un déficit visual considerable, acabo
inevitablemente derivando hacia una “mirada interior” siempre dispuesta a
repasar, con el mismo afán y la misma ausencia de desmayo que Koki, mi particular mapa sociopolítico de este mundo. O sea que si las cosmovisiones que aquí se van
reflejando, las representaciones sociales
que voy poco a poco pergeñando, los imaginarios
colectivos de los que parezco participar, ofenden o molestan en algún
momento a quien esto lea (supongo que no siempre, pues espero no estar
fomentando una suerte de masoquismo
intelectual al estilo, inverso, de la atracción que Intereconomía provoca en algunas gentes de inequívoca adscripción izquierdista), ya saben... ¡Échenle
la culpa a Koki, mi perro!.
Nacho Fernández del Castro, 9 de Mayo de 2012
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