«[Estos relatos provienen de] ese
chaparrón de imágenes de fotos, películas, historietas, encuentros que ha ido
cayendo sobre mi vida sin la protección de un paraguas.»
(Ray Douglas
BRADBURY; Waukegan, Illinois, Estados Unidos, 22 de agosto de 1920. “Epílogo”de
One
More for the Road -Algo más en el equipaje-, 2002.)
A
veces, también, la ausencia de criterios
o la simple pereza nos deja directamente
sumidos en ese caos, viandantes
solitarios cruzando el descampado en medio de la tormenta sin un mal paraguas o
una capa protectora... Así que nos ahogamos en la total incomprensión del mundo, empapados en imágenes confusas y contradictorias que no atinamos siquiera a deslindar.
A
veces, por supuesto, los criterios de
nuestra mirada acaban siendo tan rígidos,
tan monolíticos, que ya dan igual las imágenes que nos lleguen, porque, herméticos
habitantes de un refugio del que no nos aventuramos a salir, sólo vemos lo que queremos ver... Y,
bien secos, vamos languideciendo en medio de una insobornable sed de realidad.
A
veces, acaso, no nos importa tanto que nuestros
criterios se empapen de la realidad que se nos aparece con tal de estar en el mundo, de ser mundo... Sabremos entonces que esa “realidad
aparecida” no es la Realidad, pues está limitada por nuestra posición de observadores y nuestro
propio campo visual, y, además, es
compatible, en otros espacios y tiempos, e incluso en el aquí y el ahora, con
otras realidades posibles.
Y
es que, en suma y siempre, vivir
consiste en saber ver para estar
dispuesto, selectiva y colectivamente,
a mojarse.
Nacho Fernández del Castro, 4 de Junio de 2012
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