«Pero el coche,
símbolo de riqueza, era demasiado caro, y el sueldo de los productivos
productores, demasiado bajo. Hubo que subir este y bajar el precio de aquel,
aunque al hacer esto último la calidad del símbolo de riqueza y su duración
como producto comenzaran a descender vertiginosamente. Tanto descendieron que
pronto los maquineros empezaron a comprender que el maravilloso símbolo de
riqueza había que renovarlo, primero una vez cada diez años, luego cada cinco
y, por fin, como ciertos sacramentos, una vez al año. Desgraciadamente, las
sucesivas y, a veces, espectaculares subidas de sueldo, a una mayoría de los
maquineros democráticos no les resultaron suficientes para cumplir con el deber
sacramental de la renovación. Pero a causa de ciertas crisis, agravadas por
huelgas, rebeliones, depresiones, guerras y otros males anunciados por los
profetas de los cielos fatales, se produjo un maravillosos fenómeno que vino a
resolver casi todos los problemas: la revelación y las anunciaciones del
Espíritu Banco.»
(Jesús LÓPEZ
PACHECO; Madrid, España, 13 de julio de 1930 - London, Ontario,
Canadá, 6 de abril de 1997. “Fuera de Texto” previo a la primera
novela en la obra póstuma
El homóvil o la desorbitación; Libro de
maquinerías; Polinovela multinacional, 2002.)
Bueno
no, más bien para un endeudamiento
imposible de todos que legitime la impasible práctica de privatización de las ganancias y socialización
de las pérdidas.
Nacho Fernández del Castro, 9 de Junio de 2012
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