viernes, 8 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 8-6-2012


«Lamento si hice algo mal, seré de este equipo toda mi vida. Seré socio del Sporting hasta que me muera.»
 (Manuel PRECIADO REBOLLEDO; El Astillero, Cantabria, España, 28 de agosto de 1957 – 
El Perelló, Sueca, Valencia, 6 de Junio de 2012. Declaración en la Sala de Prensa de El Molinón 
tras ser destituido como entrenador del Real Sporting de Gijón, 31-1-2012.)
Hay personas que hacen de su vida un ejercicio de resistencia ante la fatalidad... Y son capaces de insuflar su aliento vital, su vigor alegre a la hora de afrontar los retos, a cualquier entorno.
Y dice el tópico que “aunque todos somos necesarios, nadie es imprescindible”, pero ellas resultan, sin duda, un poco más imprescindibles que las demás.
En Gijón lo sabíamos bien... Cuando nuestro Sporting, un emblema local situado más allá del gusto mismo por el fútbol, languidecía en una decadencia sin freno, una de esas personas logró transmitirle buena parte de su optimismo, de su humilde convencimiento en las propias posibilidades, de su bonhomía sincera y sin fisuras... Y, más allá de las desgracias personales y deportivas, ese ejemplo de esperanzada voluntad, de terca perseverancia en el ser, nos seguía sirviendo, aún en la distancia, para mantener la cabeza alta y el ánimo alerta.
Por eso el fútbol, la vida y nuestra ciudad son hoy un poco más lúgubres sin la presencia vívida de Manolo Preciado... Aunque, como siempre, él ha cumplido con creces la promesa hecha en la despedida.
Nacho Fernández del Castro, 8 de Junio de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario