jueves, 11 de octubre de 2012

Pensamiento del Día, 11-10-2012



«Casi no podía respirar, subíamos y dentro de mí giraban todas las tardes firmadas en los bordes, todas las maneras de hacernos entender y querer, todas las sorpresas de los corazones sin bolsillos secretos y los oídos me zumbaban de amor
 
(María Teresa LEÓN GOYRI; Logroño, 31 de octubre de 1903 - Madrid, 13 de diciembre de 1988.  
Fábulas del tiempo amargo, 1962.)
Cuando, en medio de este tiempo amargo, somos aún capaces de sentir arrebatos emocionales que nos cortan la respiración (sin ser por el ahogo de la precariedad laboral o la prima de riesgo), de situar en un hermoso torbellino las memorias de nuestras tardes compartidas al límite (sin estar pendientes de la amenaza de las porras y las togas), de inventar mil códigos y medios para que cualquiera tenga ocasión de entendernos y por ello querernos (sin necesidad de lanzarnos a la mercantilizada nebulosa de las redes sociales), de agitar la sorpresa en los corazones más ajenos a bolsillos y compartimentos secretos para guardar sus latidos (precisamente porque los sitúan fuera de cualquier posibilidad de análisis cuantitativo, ¡o, por supuesto, monetario!)... Entonces, ¡sí!, estaremos seguramente siendo gozosamente aturdidos por alguna de las infinitas formas del amor.
Y es una lástima que, según los más enjundiosos estudios al respecto, parece que ninguna de ellas aparece en los Presupuestos Generales del Estado, ni siquiera bajo el elástico epígrafe de “Cultura”... ¿Será que, como diría el inefable Wert, ministro del ramo, volviendo en añorando en este caso aquello de “la española, cuando besa, es que besa de verdad” y lo de las “bodas de sangre”, “hay que españolizarlas”?...
Nacho Fernández del Castro, 11 de Octubre de 2012

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