lunes, 15 de octubre de 2012

Pensamiento del Día, 15-10-2012



«Comenzaba otro otoño y algunas de aquellas mañanas olían ya a frío. Luciana renunciaba a correr, paseábamos, nos sentábamos en un banco, consentía en que abandonase una de mis manos sobre su vientre. Si recordábamos los malos tiempos (pasados), yo comprendía que para algunos la libertad, cuando llega (y nos trae exactamente lo que siempre habíamos esperado), llega siempre retrasada. Como decía Luciana, disimulando su caminar torpón apoyada en mi brazo:
—No parece, cariño, que a ti y a mí la democracia nos vaya a servir para mucho.»
(Juan GARCÍA HORTELANO; Madrid, 14 de febrero de 1928 – 3 de abril de 1992. Final del cuento  
“Un crimen” en Mucho cuento, 1987.)
Perdedor hasta en los mejores sueños, bajo todas las ilusiones, ante cualquier esperanza, al colectivo de los más (ese que paga las crisis y apenas recibe las migajas en las bonanzas, porque, en realidad, cobrar, lo que se dice cobrar, sólo cobra cuando las porras y las togas le atizan por protestar) la libertad siempre le llega retrasada.
Y es que, bajo la humillación y la ofensa permanentes (por arte de quienes, por ejemplo, insultan su más mínimo gesto de insumisión deslegitimándolo), apenas tienen ánimo y tiempo para adaptarse a sus propias expectativas cuando llega la ocasión... Así que, ante cualquier mínima y efímera brisa de libertad, incluso podrían volver el rostro y torcer el gesto (es lo que tiene la falta de costumbre).
Por eso saben (o intuyen, al menos), sabemos (o intuimos, al menos), que eso que llaman democracia no parece que vaya a servirles (servirnos) demasiado.
Al fin y al cabo, no es más que un obsceno y más bien tedioso teatro de sombras manejado por quienes nunca darán la cara.
Nacho Fernández del Castro, 15 de Octubre de 2012

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