viernes, 19 de octubre de 2012

Pensamiento del Día, 19-10-2012



«La única literatura necesaria es siempre una respuesta a lo que todavía no ha sido formulado
 (JULIEN GRACQ, pseudónimo literario de Louis Poirier; Saint-Florent-le-Vieil, Maine-et-Loire, Francia, 
27 de julio de 1910 - Angers, 22 de diciembre de 2007. Carnets du grand chemin –A lo largo del camino-, 1992 -2007 para la última edición en castellano-.)


Continuamente, con crisis globales y locales, genéricas y específicas, lo que llamamos literatura, lo que alimenta el negocio menguante de las editoriales y librerías, sigue proporcionando una papilla homogeneizada e insípida para servir precisamente a eso, al negocio. No es exclusivo, por supuesto; pasa con todas las industrias culturales: el cine, la música, la televisión,... Pero a los letraheridos nos fastidia especialmente, ¿qué quieren?.
Sabemos que la literatura universal no puede generar todos los años cuarenta novelas como La caverna de Saramago, pongamos por caso; pero poniendo en circulación sin descanso pseudoliteratura de usar y tirar, siguiendo el ejemplo de los grandes imperios editoriales, lo que se hace es tupir una red que impide la posibilidad misma de que nuevos Saramagos potenciales puedan respirar, escribir, publicar, ser leídos.
El negocio del arte, en fin, lo único que hace es reiterar millones de veces respuestas trilladas, progresivamente más simples, a preguntas formuladas en otras tantas ocasiones... Y, por desgracia, ya sabemos que en hacer simple lo que, de suyo, es complejo radica el mayor de los oscurantismos.
Por eso no es gratuita ni casual la degradación y fragmentación de la antigua Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, en una Subdirección General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, dentro de la Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro (dependiente de la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte)... Wert y su gente consideran que el libro sólo tiene interés en cuanto generador de industrias...  Y por eso han llevado a cero el presupuesto de compras de las Bibliotecas Públicas que dependen directamente de ese Ministerio. El cierre de esos “equipamientos librescos” podría provocar una respuesta social demasiado airada; pero, entre tanto, bien está, a coste cero, convertirlos en artefactos muertos (que van ahogando, de paso e indirectamente, por anulación de suscripciones, una buena parte de las revistas culturales y científicas), sin proyección posible. Porque así se va creando el caldo de cultivo para que la gente, sin pecunio propio ni recursos públicos para acceder a los ya escasos intentos de aprehender el mundo en toda su complejidad, se conforme con las respuestas más interesadamente simples. O sea, las más oscurantistamente convenientes para el poder establecido.
Nacho Fernández del Castro, 19 de Octubre de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario