«Esto es así:
comprender que las fórmulas vacilan ante la regla
la matemática se incendia ante el derecho
lo abstracto teme la barbarie del fascista concreto.»
comprender que las fórmulas vacilan ante la regla
la matemática se incendia ante el derecho
lo abstracto teme la barbarie del fascista concreto.»
(Félix de AZÚA
COMELLA; Barcelona, 30 de abril de 1944. Estrofa del poema El jugador de
dátiles”, publicado originalmente en El
velo en el rostro de Agamenón (1966-1969), 2970, e incluido en
Última sangre (Poesía
1968-2007), 2007.)
¿Qué hacer con la voz en estos malos tiempos para la igualdad (donde hasta las hipotenusas parecen dudar de su igualdad
con la raíz cuadrada de los catetos) porque unos cuantos “catetos morales” intentan arrancar las raíces mismas del pluralismo en las fórmulas de vida?... ¿Cómo
emplearla en esta hora de inconmensurabilidades
leguleyas en la que cinco millones de de personas desempleadas (y otras muchas precarizadas) no sólo no encuentran norma que las ampare, sino que hasta tienen que ver cómo se desregula la escasa protección hasta
ahora existente para obtener dinero que cubra los desfases de unas decenas de poco
pulcros (y honestos) financieros?... ¿Cómo usarla, en suma, para pergeñar esas ideas abstractas que, lejos de separarnos
de la realidad, nos sumerjan en ella
para comprenderla mejor y transformarla con afán de bien común, mientras nos atenaza el miedo a la barbrie de los rebrotes de fascismo
concreto disfrazados de orden público
democrático?.
Nacho Fernández del Castro, 24 de Octubre de 2012
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