«Half-cracked prejudice leaped forth,
"Rip down all hate," I screamed,
Lies that life is black and white,
Spoke from my skull, I dreamed
Romantic facts of musketeers
Foundationed deep, somehow
Ah, but I was so much older then;
I'm younger than that now.»
"Rip down all hate," I screamed,
Lies that life is black and white,
Spoke from my skull, I dreamed
Romantic facts of musketeers
Foundationed deep, somehow
Ah, but I was so much older then;
I'm younger than that now.»
«Medio atormentado me saltaba
prejuicios,
“destruir todo odio” gritaba,
mentía que la vida es blanco o negro,
hablaba desde mi cráneo, soñaba
románticas hazañas de mosqueteros
de algún modo profundamente instauradas.
Ah, pero yo era entonces más viejo;
soy más joven ahora...»
“destruir todo odio” gritaba,
mentía que la vida es blanco o negro,
hablaba desde mi cráneo, soñaba
románticas hazañas de mosqueteros
de algún modo profundamente instauradas.
Ah, pero yo era entonces más viejo;
soy más joven ahora...»
(Robert Allen
Zimmerman, conocido como Bob DYLAN; Premio Príncipe de
Asturias de las Artes 2007; Duluth, Minnesota, Estados Unidos; 24 de mayo de 1941. Estrofa
de la canción “My Back Pages” publicada en Another Side of Bob
Dylan,
1964.)
Cuando uno ve en todo prejuicios que deben ser saltados alegremente, cuando uno piensa
que el mundo puede ser una especie de armonía preestablecida donde desaparezca
el conflicto y reine el amor, cuando uno percibe la realidad en maniqueos fotogramas de blanco y negro,
cuando uno dirige sus sueños hacia las
mediáticas hazañas de viejos superhéroes, entonces, sí, la gente suele
opinar que uno anda un poco perdido en la
confusión entusiasta de los pocos años... Pero, en realidad, más bien
parece el resultado simplificador de la pérdida
de facultades, de la decrepitud vital,
anímica y cognoscitiva.
Porque
cuando uno se va haciendo mayor en años, va consolidando
sus facultades para captar lo complejo, va fortaleciendo el lugar que le permite desarrollar algún punto de vista
propio sobre la vida, va fortaleciendo
su ánimo y haciendo crecer su
conocimiento, uno se vuelve, si es honesto
consigo mismo y con el mundo, más radical.
Es decir, más dJoven, Viejom ado a emplear la pasión
racional (y la razón apasionada)
en la búsqueda de las verdaderas raíces
de los problemas y situaciones. Y ve que el conflicto es el verdadero caldo de cultivo que hace crecer la vida,
que los desastres vienen siempre dados
por las actitudes fanáticas que se adoptan ante él, que algunos prejuicios tienen su razón de ser,
que nunca nada se soluciona mediante las
hazañas de superhéroe o superheroína alguna...
No
sé... Hoy, en el inicio de mi camino anual hacia los dos cincos, siento que,
como cantaba Bob Dylan, hace un par décadas era mucho más viejo... Soy más
joven (y radical) ahora.
Nacho Fernández del Castro, 22 de Abril de 2013
Lo comparto 100 por 100
ResponderEliminar