jueves, 4 de abril de 2013

Pensamiento del Día, 4-4-2013



«Hay mucha agua sin vida en el universo, pero en ninguna parte hay vida sin agua.»
 (Sylvia Alice EARLE; Gibbstown, New Jersey, Estados Unidos, 30 de agosto de 1935.  
Sea Change: A Message of the Oceans, 1996.)
Cada día hay más agua sin vida en el universo... Especialmente por los usos funestos que la especie humana hace de aquella, imposibilitando la proliferación de ésta.
Y, sin embargo, no hay vida sin agua... El agua es la mayor parte de nosotros mismos y sólo el agua es capaz de alentar los latidos que agitan la existencia. Eso fue, supone Aristóteles, lo que llevó a Tales de Mileto a enunciar su primigenia metafísica acuática, piedra fundacional de la ciencia y la filosofía occidentales... Su “todo es agua” es, pues, ante todo y sobre todo una pulsión naturalista, una verdadera exaltación de la vida terrena frente a las rancias mitologías del panteón politeísta y todas las magias negras o blancas.
Aquí y ahora el agua emblemática de nuestra región se emponzoña con las gestiones empresariales nefastas e los intereses bastardos de los poderes financieros... El manantial de vida de la mítica Fuente Santa parece a punto de convertirse en agua sin vida, pese al honrado y constante trabajo de una plantilla de trabajadoras y trabajadores que hace unos días, víctimas de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, se vio forzada a convocar la primera huelga de su larga historia.
Su lucha es la más noble y la más simbólica... Y debiera ser una lucha común, sin fisuras. Es la lucha por la permanencia de los usos racionales del agua más prístina como garantía de vida. De su vida, claro, pero también de la vida de un pueblo, de una comarca, de una región, de un Estado, del mundo... De la humanidad toda.
Nacho Fernández del Castro, 4 de Abril de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario