martes, 20 de noviembre de 2012

Pensamiento del Día, 20-11-2012



«Aura siguió llorando y con la cabeza embotada durante unas horas más, luego, acostumbrada como estaba a pensar todo despacio, empezó a imaginar lo que ocurriría con sus amigos y con toda Roma.»
 (Pilar MOLINA LLORENTE; Madrid, 1943. Aura gris, 2007.)
No están los tiempos para perderlos llorando, mientras se nos embota la cabeza en una confusión incapaz de llevarnos a hacer algo...
Dicen muchas voces cautas que de nada servirá cualquier cosa que se haga o se intente hacer... Pero lo dicen desde la neurosis experimental de la sumisión aprendida desde las enseñanzas de un sistema basado en la promoción de un consumo para la insatisfacción permanente, esencial e irresoluble. Lo dicen, en realidad, como víctimas de una pedagogía social planificada para la individualización del sujeto, para la ruptura de sus relaciones auténticas en el micro y mesocontexto sociales hasta impedirle ver más allá de los efectos inmediatos de cada acción sobre sí mismo.
La vida, bajo el capitalismo globalizado, se torna en carrera consumista hacia la nada que nos impide pensar, en general, y pensar, en concreto, qué pasa con quienes teníamos lazos de vecindad o incluso de amistad, qué pasa con nuestro barrio, con nuestra ciudad, con el mundo entero.
No deja de ser curioso cómo, evidenciando “en negativo” este fenómeno, la dichosa crisis/estafa, con su freno al consumo, hace renacer viejas y nuevas experiencias micro y mesocontextuales de apoyo mutuo como clave de supervivencia y/o resistencia. Y es que, al final, vivir es compartir, el yo nos es nada sin los demás y quienes siempre pagamos los platos rotos del sistema sólo podremos minimizar los daños actuando... Pero actuando con voluntad y óptoca colectiva.
Nacho Fernández del Castro, 20 de Noviembre de 2012

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