domingo, 25 de noviembre de 2012

Pensamiento del Día, 25-11-2012


«- ¿Hay alguna cosa que haya querido hacer y no haya hecho?.
- Siempre he querido ser maestro y no he podido. He sido aprendiz de mucho y maestro de nada. Igual me adelanté un poco al humor del futuro, como Jardiel. Para hacer el Cristobalito con 50 años había que echarle un par. He sido un autodidacta total, y he tenido el olfato de saber lo que le gustaba a la gente, ese sentido especial para hacer reír, la amenidad, el decir siempre la verdad. Pero no soy un hombre importante, porque no tengo enemigos importantes.»

 (Ignacio Fernández Sánchez, conocido artísticamente como Tony LEBLANC; Goya de Honor 1993;  

Madrid, 7 de mayo de 1922 - Villaviciosa de Odón, Madrid, 24 de noviembre de 2012. 

"He sido aprendiz de todo y maestro de nada", Entrevista realizada por Miguel Mora para El País, 27-9-1999.)

Estamos quedando sin risas... Quien nos mostrara cómo un mero divertimento podía encerrar más sabiduría que una erudita enciclopedia; quien educara nuestra mirada para  atisbar, a través de las sonoras carcajadas, realidades muy duras; quien desbordara la simplona alegría de una sociedad gris y tediosa que apenas despertaba de su particular paz de los muertos, señalando ese lumpen de capa caída que malvivía dando sablazos y haciendo pequeñas estafas, engañando al "paleto" de maleta de cartón casi con ternura, pasando tanta gazuza como Carpanta y arriesgando tres meses de libertad por darse un hartón "con café, copa y puro"; quien fuera, en fin, el Virgilio de Los tramposos (Pedro Lazaga, 1959), no voverá a sorprendernos para hacer que nuestros labios florezcan en una sonrisa más allá de las sombras.
Y, ¡qué falta nos hacía en estos tiempos!... Porque aquellos maleantes románticos y casi afables que acababan por mostrarse como aprendices de pardillos, devorados por los incipientes y verdaderos buitres de los negocios, han tenido que dejar paso a los sucesores encombrados de éstos: los actuales comisionistas, usureros, embaucadores de aspirantes a cualquier empleo precario y demás ralea de "ladrones de cuello blanco" de nuestro capitalismo globalizado.
Ni siquiera nos valen, para representarlos, los postreros guiños de dignidad de Cervan, el quiosquero de Cuéntame como pasó (TV1, 2001-2008), o Felipe, el padre hemipléjico de Torrente (Santiago Segura, 1998), Mauricio, el taimado gerente de club y verdadero padre de Torrente (Santiago Segura, 2001, 2005) y Gregorio, el tío encarcelado de Torrente (Santiago Segura, 2011), pues, en sus limitaciones simbólicas, los personajes no extienden lo bastante el potencial paródico de Tony Leblanc sobre las nuevas sombras de nuestra sociedad.
¿Quién nos podrá aportar ya la visión, irónicamente tierna, de un Cristobalito Gazmoño o de un Kid Tarao sobre el mundo en quiebra que nos rodea?... ¿Dónde andarán los tramposos contemporáneos, el Paco y el Virgilio de hoy?.
En medio del ascenso de la insignificancia, ya nadie es siquiera lo suficientemente importante para tener verdaderos enemigos personales con alguna relevancia...
Nacho Fernández del Castro, 25 de Noviembre de 2012

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