«...Oviedo y Gijón, el mar y la mina, la fábrica y los
talleres. Los fantasmas se refugiaban en las estaciones de ferrocarril, en los
comercios, entre las olas del mar de Gijón...»
(Víctor ALPERI FERNÁNDEZ; Mieres,
Asturias, 14 de julio de 1930 - Gijón, 21 de octubre de 2013.
Flores para los muertos. Una novela en la Revolución de Asturias, 1984.)
En tiempos
de opresión y dolor por los
resquicios de esas confrontaciones, grandes o pequeñas, surgen fantasmas, sombras amenazantes que cuestionan
la vieja placidez de esas leves
identidades por oposición bajo el peso de nuevos y diversos oprobios.
Y no les basta ya, en su voracidad lúgubre,
la sumisión aprendida por activa o
por pasiva... Necesitan reforzar en cada momento el miedo con una verdadera ingeniería
del horror que diversifique y haga más sorprendestes sus formas.
Pueden ser los fantasmas de una violencia
fraternal incomprensible en cualquier
guerra...
Pero hoy, estos fantasmas se han
corporeizado y ocupan el poder... Sometiéndonos a esa multiplicación de formas
de la opresión globalizada, como si,
superadas todas las resistencias, de
un ensayo masivo (y continuo) de neurosis experimental se tratase.
Nacho Fernández del Castro,
24 de Octubre de 2013
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