«—El bufón piensa que es sabio, pero el hombre
sabio se reconoce como bufón.»
(William
SHAKESPEARE; Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido, 26 de abril
de 1564 – 23 de abril o
3 de mayo de 1616. Afirmación de Touchston
en As You Like It –Como
gustéis-, Acto V, Escena I, 1599
-2009,
por ejemplo, para una edición en castellano-.)
Afortunadamente, uno ha aprendido a reírse
de sí mismo cuando se descubre en tal función... Es decir, a no tenerse por un bufón sabio (al fin y al cabo nadie nos
hace ni puñetero caso, aunque nuestras extravagancias
puedan resultar muy cool como ruido de fondo, como una especie de “hilo
musical” para consultorios ontológicos),
tanto como por alguien que aspira a saber
más sobre las sombras del mundo con la clara conciencia de que ello, aquí y
ahora, le obliga inexorablemente a ejercer como bufón... O tornarse en moderno anacoreta, al estilo del azconiano
personaje al que Fernando Fernán Gómez diese magistralmente vida para Juan
Estelrich (El anacoreta, 1976).
¡Desconfíese, pues, de quienes,
pontificando, no lo hagan!.
Nacho Fernández del Castro,
1 de Octubre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario