domingo, 27 de octubre de 2013

Pensamiento del Día, 27-10-2013



«Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.»
« Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...,
yo lo que amaba era un pájaro.»
(Mikel LABOA MANCISIDOR; Donostia, Euskadi, 15 de junio de 1934 - 1 de diciembre de 2008.  
Letra de Txoria txori” –“El pájaro (es) pájaro”-, corte 14 del doble álbum Bat-Hiru –Uno y tres-, 1974.)
Libertad, democracia, igualdad, participación, solidaridad, justicia, dignidad, cooperación, equidad... Son bellas palabras, ideas, valores en plemo vuelo que, con frecuencia, cuando son aprehendidos (o sea, cuando el ser humano intenta concretarlos prácticamente en la sociedad) pierden esa capacidad etérea de volar.
Y es que sabemos que esas ideas o valores, por mucho que se empeñe cierto sector de la casta política (y de la ciudadanía) más bien pensante, no son unívocos, sino equívocos... Se despliegan en una pluralidad de sentidos (con consecuencias prácticas) que llegan a ser incompatibles e incluso contradictorios entre sí.
Ásí, por ejemplo, la libertad que simboliza Mikel Laboa en el pájaro de su emblemático poema, muy próxima a lo que yo pueda pensar (o sea, a la capacidad para volar libre, minimizando las ataduras y los daños en las alas, lo que implica una concepción universalista que debe ser conjugada con las aportaciones de la igualdad y de la solidaridad), resulta francamente incompatible (y aún contradictoria) con la idea neoliberal de libertad, articulada básicamente como libertad de mercado (dejando así fuera de su ámbito a todos los que no puedan acceder a ese nuevo recinto sagrado regido por la famosa mano oscura).
Por eso no tiene mucho sentido (racional, filosófico, ciudadano) el vano intento de hacer una Educación para la Ciudadanía (o en Valores) sin un claro enfoque dialéctico y polémico (que resultaría imposible desarrollar desde las restricciones espacio-temporales una o dos horas semanales en un aula al uso)... Y, de hecho, en tales condiciones cualquier intento de “jugar en el campo de la moral” acabaría por convertirse necesariamente en mero adoctrinamiento o simple conversión de reivindicaciones y movimientos sociales vivos en aséptica (e inerte) materia de currículum escolar.
La realidad es compleja (por mucho que traten de simplificarlas las ruedas de prensa de los políticos y políticas al uso) y practicar en ella la libertad, la justicia, la igualdad, la democracia, la solidaridad, la cooperación o la dignidad también lo es... O lo es aún más.
Porque siempre habrá alguien dispuesto a cortarnos las alas, porque no quiere una ciudadanía que vuele, sino súbditos sumisos en una jaula más o menos cómoda.
Nacho Fernández del Castro, 27 de Octubre de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario