sábado, 7 de julio de 2012

Pensamiento del Día, 7-7-2012


«Un día, me dio por transformar cosas pequeñas; transformaba un dolor en coma; convertía un alivio en signo de exclamación; transformaba una esperanza en interrogación. Me gustó. Me sentí medio hechicera.»
 (Lygia BOJUNGA NUNES; Pelotas, Rio Grande do Sul, Brasil, 26 de agosto de 1932. Fragmento de  
“El trueque y la tarea”, cuento publicado en el libro Tchau, 1984 -Adiós, 1987 para la edición en castellano-.)
Acaso, aquí y ahora, ante la presión del oprobio globalizado, como víctimas del miedo instrumental, desde el desgarro por el hurto de nuestros propios imaginarios colectivos, sólo podamos aspirar a “transformar cosas pequeñas”. Convertir los pequeños dolores en trágicos comas, los placeres más comunes en éxtasis sublimes, los mínimos alivios en gloriosas exclamaciones, los desánimos cotidianos en profundas quiebras, las esperanzas confusas en interrogantes radicales, las desesperaciones más habituales en rebeldías absolutas...
Transformaciones sencillas y humildes, pero, sobre todo, hechas con la voluntad inequívoca de extenderse, de ser más y más colectivas... Porque ese es, probablemente, el único hechizo que, frente a tantas retóricas legitimadoras de los intereses de los amos del mundo,  nos puede sacar de ésta.  
Nacho Fernández del Castro, 7 de Julio de 2012

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